sábado, 19 de febrero de 2011

La prohibición (John Donne)




Cuídate de amarme,
Recuerda al menos que te lo he prohibido;
No es que compense mi derroche de sangre y aliento
Con tus lágrimas y suspiros,
Siendo contigo como tú fuiste para mí;
Pero es tanta la alegría que nuestra vida goza,
Que al menos que tu amor se frustre con mi muerte,
Si me amas, cuídate de amarme.

Cuídate de odiarme,
O de triunfar con exceso en la victoria.
No es que quiera defenderme,
Y devolver odio por odio,
Mas perderás tu hábito de conquistador,
Si yo, tu conquista, perezco bajo tu odio.
Entonces, para que mi nulidad no te disminuya,
Si me odias, cuídate de odiarme.

No obstante, ámame y ódiame,
Para que estos extremos se neutralicen;
Ámame, y podré morir de la manera más dulce;
Ódiame, pues tu amor es demasiado para mí:
O deja que ambas cosas se marchiten, y no yo,
Que siendo tu escenario, viviré sin triunfar,
No sea que destroces tu amor, tu odio y a mí mismo,
Para dejarme vivir, oh ámame y ódiame.

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